Mons. Gabriel Mestre llama a la acción en la Parroquia San Cayetano de Berisso

El miércoles 7 de agosto, celebración de San Cayetano -Patrono de la paz, el pan y el trabajo- , convocó a unos 600 vecinos y peregrinos a lo largo de toda la jornada, que se acercaron al templo para pedir y agradecer al santo del trabajo.
En un emotivo encuentro en la Parroquia San Cayetano del barrio Obrero, Mons. Gabriel Mestre utilizó el refrán popular «A Dios rogando y con el mazo dando» para invitar a los peregrinos y feligreses a un doble compromiso: pedir a Dios por paz, pan y trabajo, y actuar concretamente para mejorar la vida de los demás.
Mons. Gabriel destacó la importancia de agradecer por aquellos que tienen trabajo y de orar por quienes no lo tienen o cuya remuneración no es justa. Sin embargo, subrayó que la fe debe ir acompañada de acciones concretas, instando a los fieles a tomar a San Cayetano como un verdadero modelo de vida.
«Con el mazo dando» significa comprometerse a vivir los valores del Evangelio, ser «sal de la tierra y luz del mundo», y trabajar activamente para dar sabor y luz a la vida de quienes enfrentan dificultades. Mons. Mestre exhortó a la comunidad a llevar la luz de Cristo a las tinieblas que afectan a muchas familias, ya sea por problemas laborales, desunión familiar, falta de sentido en la vida o el consumo problemático de sustancias y especialmente en la enfermedad.
Por último, en el contexto de la primera lectura de la carta de Pablo a los Romanos, Mestre alentó a vivir en alegría y esperanza a pesar de las dificultades, confiando en la fuerza de Dios y en la intercesión de San Cayetano.
Además de Mons. Mestre y el Diácono Claudio Marcello, estuvieron presentes a lo largo del día el Padre Juan Ferri de la Parroquia San Miguel Arcángel, el Padre Julio Espinosa, el Diácono Danilo Corazza de la Parroquia Nuestra Señora de Loreto y el Pbro. Julio Sarmiento de San Pedro y San Pablo. También participó el Diácono Roberto Ingeniero de María Auxiliadora y la presencia constante y fiel de las hermanas Canossianas; todas comunidades berissenses comprometidas en transmitir con amor la palabra de Dios.
Al finalizar el día, el Padre Obispo Gabriel despidió a cada uno de los vecinos con un cálido saludo y bendiciones, mientras integrantes de la comunidad repartían «pancitos bendecidos», símbolo de San Cayetano.